Unidad Social pasa a llamarse «Antofagasta por una Nueva Constitución»

Unidad Social pasa a llamarse «Antofagasta por una Nueva Constitución»

PRIMERA LÍNEA REVOLUCIONARIA

Desilusionados por la conducción de Unidad Social Santiago, este 20 de mayo, las organizaciones que hacían parte de Unidad Social Antofagasta, decidieron redefinir prioridades y orientaciones y pasaron a llamarse «Antofagasta por una Nueva Constitución».

A través de un Comunicado público, las diversas agrupaciones y personas que componen la coordinadora, explicaron el motivo de su decisión, enfatizando la necesidad de potenciar su carácter local y descentralizador y la urgencia de avanzar hacia un proceso constituyente realmente democrático y representativo de los pueblos de Chile.

También manifestaron su preocupación por las consecuencias del COVID-19 y aseguraron que «el Gobierno ha administrado la pandemia con tal de retomar el poder que perdió desde octubre y busca enfermarnos y precarizarnos aún más para borrar del mapa la necesidad de transformar el país a través de reformas profundas y una Nueva Constitución construida por las ciudadanas y ciudadanos de los pueblos de Chile».

«Sabemos también que buscan cerrar el proceso constituyente por arriba, suspendiendo el Plebiscito, buscando reformas vía parlamento o avanzando en ‘grandes’ acuerdos nacionales, donde quien gana es la política institucional y quienes perdemos somos nosotros y nosotras», agregaron.

Finalmente, hicieron un llamado a la articulación y coordinación de todas las fuerzas sociales, para salir juntos/as de la crisis sanitaria y económica y construir una Nueva Constitución.

A continuación, se puede leer el comunicado completo:

COMUNICADO PUBLICO ANTOFAGASTA POR UNA NUEVA CONSTITUCIÓN 20 de mayo de 2020

 La Mesa de Unidad Social en Antofagasta, surgió en agosto del año 2019 tal como otras Mesas de Unidad Social lo hicieron en diferentes regiones del país, al alero del esfuerzo surgido en Santiago, por articular múltiples demandas sociales hasta ese momento fragmentadas. Esto a raíz del esfuerzo de múltiples organizaciones de trabajadores/as, estudiantiles, de pobladoras/es, feministas, ambientalistas, la mayor parte de ellas con representación o coordinación nacional. En base a lo anterior, la naciente Mesa Unidad Social Nacional hace público un manifiesto, en el que entre otras cosas plantea:

“A partir de esta voluntad de unidad y convergencia hemos decidido ponernos de acuerdo en un simple propósito común, que no es otro que: la defensa y recuperación de las libertades y derechos fundamentales, que son los que le hacen sentido a la mujer y al hombre sencillo de nuestro pueblo que aspiramos a una vida buena, justa y acogedora “(Manifiesto Unidad Social)

Sobre esta base y llamado surge la Mesa de unidad Social de Antofagasta, que en su momento articuló una diversidad de organizaciones sindicales, sociales y políticas, así como a personas naturales. De esta forma, en el marco del estallido social de octubre y las movilizaciones siguientes, se puso al servicio del calendario de movilizaciones convocadas a nivel nacional y acciones organizativas levantadas a nivel local.

En ese proceso, fueron llegando organizaciones y otras se retiraron; por otra parte, en la práctica no tuvimos contacto frecuente ni hicimos parte de una coordinación nacional, ni tuvimos injerencia sobre las decisiones centrales de Unidad Social, desarrollando una acción, que, con aciertos y errores, tenía un componente principalmente local. Lo anterior, así como el creciente cuestionamiento interno y externo a ciertas definiciones de Unidad Social Santiago, particularmente de su Bloque Sindical, hicieron que si bien la denominación Unidad Social Antofagasta cumpliera un rol en términos de facilitar un posicionamiento comunicacional y político en el marco de las movilizaciones ocurridas desde octubre, también fue generando en nosotros/as incomodidades y limitaciones debido a la entendible asociación que otras personas y organizaciones hacían entre Unidad Social Santiago y Unidad Social Antofagasta. Esas asociaciones con el tiempo constituyeron un peso y una traba más que una posibilidad de articularnos honestamente con otras y otros a nivel local y nacional.

A lo anterior hay que sumar que luego de los infructuosos esfuerzos por establecer coordinación con Unidad Social en Santiago y de reconocer que otras Coordinadoras de Unidad Social Regionales o Comunales habían pasado por un proceso similar, en Antofagasta asumimos como nuestra tarea central trabajar por ganar el Plebiscito por una Nueva Constitución, constituyéndonos en un comando de campaña para ese fin, y delineando un tipo de trabajo que apuesta por la descentralización.

Por tales motivos, y luego de un proceso de reflexión interna no exento de controversias, hemos tomado la decisión ética y política de acompañar nuestras definiciones con una identidad que se adecúe a nuestro principal objetivo que es trabajar por tener una Nueva Constitución, construida completamente por ciudadanas y ciudadanos de los pueblos de Chile y con base en una perspectiva descentralizadora. De esta forma, desde ahora dejamos de ser Unidad Social Antofagasta para pasar a llamarnos Antofagasta por una Nueva Constitución.

Por lo tanto -y sin abandonar en ningún momento nuestra convicción de generar todas las articulaciones locales, regionales y nacionales que contribuyan a cumplir el objetivo central de cambiar la Constitución y la forma en que se ejerce el Poder y la Democracia en nuestro país-, declaramos abiertamente nuestra convicción de hacer todos los esfuerzos por que las vidas truncadas y todo el dolor y las violaciones a los Derechos Humanos ocurridos desde octubre de 2019, no sean en vano y nos lleven a transformar el país.

Finalmente, tenemos plena claridad que la pandemia del COVID-19 ha afectado profundamente el proceso transformador que se abrió desde octubre de 2019. Sabemos que nada ha cambiado y que la crisis sanitaria más bien ha develado aún más la precariedad, desigualdad e injusticia en la que vivimos la gran mayoría de los pueblos de Chile. Sabemos también que el Gobierno ha administrado la pandemia con tal de retomar el poder que perdió desde octubre y busca enfermarnos y precarizarnos aún más para borrar del mapa la necesidad de transformar el país a través de reformas profundas y una Nueva Constitución construida por las ciudadanas y ciudadanos de los pueblos de Chile. Sabemos también que buscan cerrar el proceso constituyente por arriba, suspendiendo el Plebiscito, buscando reformas vía parlamento o avanzando en “grandes” acuerdos nacionales, donde quien gana es la política institucional y quienes perdemos somos nosotros y nosotras. ¡NO LO VAMOS A PERMITIR!

Saldremos juntas y juntos de esta encrucijada histórica. Reconstruiremos el país desde abajo. Esa es nuestra convicción y creemos que la de millones. Nos reencontraremos nuevamente en las calles y en la lucha. Nada ha cambiado ¡HACIA LA CONSTITUYENTE!

“Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copia a sus amigos; nueve de cada diez la estarán esperando. Millones quieren ser informados. El Terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad”. (Rodolfo Walsh)

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