Bajo este dilema no puede encontrarse a ningún otro organismo que la UDI, específicamente el exministro corrupto Pablo Longueira, ratificando que realizar un plebiscito es una “irresponsabilidad”.
“La base de ese acuerdo debe ser eliminar el plebiscito de entrada; está absolutamente de más. Gastar una fortuna en el plebiscito -con la necesidad de recursos que tendremos que destinar para enfrentar la cesantía y otros gastos urgentes fruto de la pandemia- a estas alturas es una irresponsabilidad”, señaló en entrevista con Revista Capital.
Pareciera ser que es la primera vez que se “coloca la pueblo” primero, pero en realidad esta afirmación no sale más que desde la soberbia y el miedo del oficialismo.
El exsenador planteó pasar directamente a la elección de los asambleístas, según este los mismos deberían ser elegidos nacionalmente y no por distritos.
Las demás posiciones oficialistas:
“Si están las condiciones sanitarias, hay que cumplir el cronograma constitucional. De no hacerse el plebiscito, una de las alternativas obviamente es la que plantea Pablo Longueira”, agregó, en tanto, el presidente de RN, Mario Desbordes.
“Siempre hemos dicho que todo esto es innecesario, sin embargo, hay un acuerdo firmado. Esto conlleva un gasto gigantesco que se aumenta al triple si pensamos en el proceso constituyente completo, pero me parece que no es el minuto de discutirlo”, palabras de Jacqueline van Rysselbergh.
A su vez, el senador de RN Andrés Allamand discordo de Mario Desbordes y Longueira: “Yo no estoy de acuerdo con que haya que pasar al tiro a una Convención Constituyente que duplique el trabajo del Congreso, creo que tiene que mantener la opción del Apruebo o el Rechazo”, dijo.
¿Aplazar el plebiscito? Una idea recurrente dentro del oficialismo
El planteo de el ex senador de la UDI es recurrente, ya ha sido mencionado durante los últimos meses.
La convención constituyente tiene un carácter muy limitado, la forma de elegir debiera ser desde las bases sociales tomando en cuenta la cantidad de la población, esa sería para nosotros la forma adecuada y democrática.
Lo que nos están queriendo vender desde el oficialismo es una cambio “maquillado” de la constitución, en donde sean los partidos, o las organizaciones e instituciones politicas quienes elijan a los asambleístas, por ende nada cambiará, se seguirán manteniendo los principios que benefician a los de arriba, implementando cambios pequeños que le hagan creer a la población que ganaron.
Es urgente y necesaria la organización política e imponerse a este tipo de planteos, le cabe al pueblo y nadie más que a este elegir a sus asambleístas de forma participativa y organizada, que permita que todos estemos representados, en donde las demandas de cada parte de Chile puedan estar reflejadas en la discusión por la reforma constitucional.
Buscan llamarle constituyente a algo que no tiene nada de esto en sus bases, para serlo debe de darse el plebiscito y debe ser a través de una verdadera asamblea constituyente soberana.
Se busca evitar a toda costa el debate constituyente, se busca evitar la pérdida de peso de los actuales partidos políticos y el aumento de el rol ciudadano en la política, esto se desarrolla detrás de la idea de que estamos en pandemia y que debieran destinarse los fondos a otras causas como por ejemplo a la cesantía.
En realidad nos encontramos frente a la misma jugada de siempre, la de mantener el control y las herramientas del mismo en los partidos políticos impidiendo la real discusión y democracia de la cual tanto nos han alejado.
Pareciera ser que se olvidan que el dinero público es el dinero de la población, el Estado debe responder a los mismos y actuar a favor de estos, no es un ente supremo, es un representante del pueblo.
Así, dejamos en clara nuestra postura y el completo rechazo a esta idea planteada por el oficialismo.
¡Para cambiar de raíz este sistema, derrotar al pinochetismo!!
Por una Asamblea Constituyente Soberana elegida desde las bases que levante las grandes demandas sociales, económicas, étnicas, culturales y género.
Arriba Lxs Que Luchan!!
