La democracia solo sirve cuando se benefician los Estados Unidos.
El imperialismo Norteamericano ha impartido durante décadas políticas que azotan contra la democracia y la libertad, apoyando las diversas dictaduras de los 60s en el cono sur, como al implantación de bases militares por el mundo, además de la muy bien sabida intromisión en asuntos de Oriente Medio.
Las políticas de intervencionismo son amplias y siempre desarrolladas para impartir los beneficios de los grandes capitales, una vez más la falta de ética y escrúpulos puede verse en el accionar de Washington.
Donald Trump firmó este jueves 11/06, una orden ejecutiva autorizando sanciones contra funcionarios de la CPI que investigaban si Washington cometió o no crímenes de guerra en Afganistán.
Dicha orden autoriza bloquear los activos en EE.UU. de los empleados de la CPI y la “ampliación de las restricciones de visa” tanto contr los funcionarios como sus familias.
Según el presidente, esta decisión se basa en que las investigaciones “están siendo impulsadas por una organización de dudosas integridad”, a su vez describió las acciones impartidas por la corte como “un ataque a los derechos del pueblo estadounidense” y una amenaza a su “soberanía nacional”.
Una vez más, se tergiversan los hechos, lo que es un ataque a los derechos es impedir que se busquen o se indague sobre crímenes de guerra, al parecer los Estados Unidos tienen el total control e impunidad ante cualquier hecho que los involucre.
Todos pueden y deben ser juzgados (menos los Estados Unidos)
Mike Pompeo, el jefe de la diplomacia Estadounidense junto con Mark Esper (secretario de defensa) y William Barr que comparece como fiscal general, acusaron que el tribunal internacional está “politizado”, y en palabras de Barr el CPI es « poco más que una herramienta política empleada por elites internacionales no responsables» para «manipular y minar las políticas exteriores de naciones soberanas democráticamente responsables».
Como de costumbre, estas acusaciones no tiene una base que permita comprobar la veracidad de las mismas, por le momento EE.UU, no ha ofrecido pruebas ni evidencias que sustenten las acusaciones realizadas.
“Estén tranquilos que los hombres y mujeres de las fuerzas armadas de EE.UU. no comparecerán nunca ante la CPI” declaró el jefe del Pentágono.
Unilateralidad, el ideal Imperialista
Debemos dejar en claro que Estados Unidos jamás ha sido miembro de la CPI, la cual fue creada en 1998. Desde la llegada de Trump y la crisis capitalista mundial, se ha marcado una agenda de política exterior cargada de el nacionalismo, el aislacionismo y el rechazo explícito al sistema multilateral.
Estados Unidos ha salido de diversos acuerdos y ha criticado organismos multinacionales como la ONU, y la OMS, desvinculandose de este último hace poco tiempo debido a su mala gestión y críticas sobre cómo enfrentó el país la actual pandemia del coronavirus.
Haz lo que digo, no lo que hago
Una vez más se sientan las bases para criticar y deslegitimar el accionar del Imperialismo, el cual cree ser intocable. Es bien sabido que los Estados Unidos siempre han estado detrás de diversas operaciones “encubiertas” que benefician a los grandes capitalistas, pero, últimamente la política Norteamericana ha variado, han comenzado tomar acciones a “cara lavada”, osea, directas sin mucho juego.
Recordamos que EE.UU. no está suscrito al Estatuto de Roma, lo que conlleva a que puedan seguir asesinando por sus ideales económicos, permitiéndoles salir una vez más impunes por sus accionares anti-éticos y sangrientos, en los que masacran, destruyen y violentan a diversas comunidades y poblaciones, ante la fachada de democracia y derechos.
Y ASÍ MASACRAN A PUEBLOS ENTEROS SIN RECIBIR UNA SANCIÓN POR MANCHAR SUS MANOS DE SANGRE.
