Cuando el 15 de noviembre del 2019, presurosos corrieron todos los políticos al llamado que hizo Piñera, para detener la Rebelión y salvar el sistema, pocos se imaginaron o repararon en cómo se iban a dar las cosas en adelante.
Más allá del llamado al plebiscito, para definir una Convención Constituyente que era la agenda pública, paralelamente empezó la agenda secreta, que tiene componentes bien definidos y objetivos trazados por el conjunto de las fuerzas políticas que firmaron ese acuerdo de salvataje al sistema, totalmente a espaldas del pueblo.
Estábamos en plena Rebelión, los militares en la calle y arreciaba la represión. Había poco tiempo para el análisis y para ver por tanto, qué escondía este acuerdo, como elemento central.
El primer elemento de la agenda secreta, era buscarle un cauce dentro de la institucionalidad pinochetista y empresarial, a la rebelión sostenida por todxs lxs chilenxs, para esto era necesario centrarse en una de las demandas esgrimidas por el movimiento social en rebelión, y esta era: una nueva Constitución.
TODO EL OTRO CONJUNTO DE DEMANDAS ACUMULADAS POR MÁS DE 30 AÑOS PASARON A SEGUNDO PLANO.
Al tomar esta demanda, subyace el mecanismo para lograr este cambio constitucional, y este no era otro que una Asamblea Constituyente.
Mañosamente, se le cambia el nombre y se inventa el entuerto de “convención” Pero hasta allí, aun no llegamos al centro del asunto. No solo había que detener la Rebelión en forma inmediata mediante una supuesta concesión al movimiento social, sino que paulatinamente, el protagonismo debía salir de las calles e instalarse en los rostros, en las voces y en las acciones, de quienes han sido los sostenedores durante 30 años del proyecto pinochetista: los partidos políticos del sistema.
Este elemento es uno de los centrales de la agenda secreta, es por eso que en la famosa Convención, en cualquiera de las dos alternativas que se decidirá en el plebiscito, los actores principales ya no serán las organizaciones sociales, ni las asambleas autoconvocadas, ni los movimientos ciudadanos por el cambio constitucional, sino que lo serán los mismos que han hecho de Chile una desgracia.
El acuerdo, implicaba un compromiso del gobierno, de los empresarios y de la oposición, para en términos progresivos quitarle protagonismo al movimiento popular, y devolverlo al interior de las oscuras paredes, donde se mueven los hilos políticos del país.
Públicamente, el gobierno seguiría jugando al que se opone al cambio constitucional, y la oposición también jugaría a que desea el cambio constitucional. Los medios de comunicación corporativos y otros en manos de supuestos grupos opositores, tendrían que cumplir su rol estabilizador, y para ello debían bajarle el perfil a la Rebelión y poner de relieve, la diatriba política entre los actores de siempre, ocultando que para el sistema, da exactamente lo mismo que se cambie la Constitución, siempre y cuando se mantenga lo esencial del sistema.
PERO ¿QUÉ ES LO ESENCIAL DEL SISTEMA?
La sacrosanta e inamovible propiedad privada sobre los medios de producción, es elemento esencial del sistema.
La jibarización creciente del Estado para mantener la privatización, de todo lo que se pueda privatizar, reservando el Estado un rol de administrador de servicios cada vez más precarios y el monopolio de la fuerza, mediante la represión.
Para ese entonces, estaba muy claro la existencia de la crisis global del capitalismo, y la necesidad de las burguesías internacionales y criollas, de dejar caer el peso de la crisis sobre las espaldas de las clases trabajadoras y explotadas.
El estallido de la pandemia, no vino si no a prestar el vital servicio a las clases poderosas, para ocultar el origen de la crisis y justificar las medidas de salvataje a sus empresas, y una mayor explotación y pérdida de derechos de las clases trabajadoras.
En el caso particular de Chile, además de todo lo anterior, la pandemia se usaría para decretar el estado de emergencia, y detener la movilización social, para así dejar el camino libre a la implementación de la agenda oculta, entre los bloques que en Chile manejan el poder.
EL OPORTUNISMO Y EL ROBO DEL PROTAGONISMO AL MOVIMIENTO SOCIAL
Ya nos serían lxs estudiantes secundarios con su audacia e inventiva, lxs que llenarían los centímetros mayoritarios de la prensa escrita, ni serian el centro de la atención de las redes sociales, ya no serian lxs trabajadores y sus demandas, lxs pobladores y su movilización combativa, ni las mujeres con su propuesta de lucha antipatriarcal y anticapitalista. Serían nuevamente las señoras y los señores políticos, quienes ocuparían las pantallas, las grandes portadas y los cientos de miles de mensajes, de las redes sociales.
Los medios de comunicación, aprovecharían también la oportunidad, para tratar de levantar su desprestigiada presencia ante la ciudadanía, llenando cuantiosos espacios con recomendaciones sobre la Covid-19 y recomendando medidas de prevención.
Lenta pero inexorablemente, volvió a instalarse en el imaginario colectivo, la agenda de los matinales, de los programas especiales, de las declaraciones altisonantes de distintos señores políticos, y de paso en forma subrepticia, instalar una vez legitimada la Convención Constituyente, compuesta en su gran mayoría por los partidos políticos del sistema, la carrera presidencial, perfilando a las figuras que se proyectan para darle sustentabilidad al sistema capitalista y legitimidad.
EL CAMINO DE LAS ELECCIONES ES LA APUESTA DE LOS QUE SOSTIENEN EL SISTEMA
Es así, como desde la Concertación se movieron los hilos para hacer visible a una figura casi desconocida, la presidenta del Colegio Médico Izquia Siches, y ponerla como una figura que enfrenta al gobierno, a raíz del drama de la pandemia, que es donde centra su discurso, en el cual están totalmente ausentes, la violación sistemática de los derechos humanos, de los derechos sociales, políticos, económicos, étnicos y de género por más de 47 años.
La derecha también juega sus cartas, aun sabiendo que en el próximo periodo no será gobierno, pero quieren salvar, lo más posible sus posiciones a la hora de repartir la torta. Con ese motivo levantan con fuerza la figura de Joaquin Lavin, y lo tratan de presentar, como un tipo empático con los sectores populares, liberal y no sujeto a las directrices de los partidos de la derecha, el intento es presentarlo casi como un independiente, pasando por alto su participación activa durante la dictadura y su trabajo denodado ,en contra de la mayoría del pueblo de Chile, mediante su defensa acérrima del pinochetismo, expresado en la política económica, y en las políticas antisociales de los últimos 30 años.
Desde la izquierda del sistema capitalista, también se crea una expectativa y entusiasmo por esa futura carrera presidencial, levantando la figura del alcalde de Recoleta Daniel Jadue, como una posibilidad que represente los intereses populares.
Ninguno de estos tres sectores, ha puesto en el centro la agenda social, los reclamos de las organizaciones sociales y de lxs ciudadanos, que pusimos el pecho una vez más, para tratar que por una vez, seamos escuchados y que la vida humana sea el centro de la acción política y no los negocios.
PROPAGANDA AL SERVICIO DEL DUOPOLIO
Los aparatos de propaganda de la Concertación, del Frente Amplio y de la derecha, con cuantiosos recursos a su disposición, se han encargado de llevar hasta la ciudadanía, los contenidos esenciales del acuerdo entre las dos fracciones que se han repartido el poder en Chile los últimos 30 años, pero también la agenda oculta, esa que todos conocen y de la que nadie quiere hablar.
Los 45 muertos de la Rebelión, los más de 40 mil detenidxs, lxs mas de 2500 presxs políticos, lxs miles de heridxs y lxs cientos de mutiladxs, vejadxs, violadxs y torturadoxs, ya no son el centro de preocupación y solo escasos medios de vez en cuando les hacen una nota.
Las redes sociales a partir de tendencias muy bien estudiadas, tratan de volver a entregarles legitimidad a la corruptela política, mediante peticiones, agradecimientos y enalteciendo los dichos oportunistas y hasta cómicos, de los personajes que nos tratan de distraer, de los motivos esenciales de nuestra Rebelión.
LA LLAMA DE LA REBELIÓN SIGUE VIVA
Aun así, y en contra de los pronósticos del duopolio (gobierno y oposición) que manejan el sistema capitalista, el pueblo pobre, explotado y vilipendiado mil veces, se las ha ingeniado para hacer ver que la Rebelión no ha terminado. Lxs pobladores con sus demandas por suplir la urgente necesidad de comida, lxs familiares y amigxs de los prisionerxs politicxs y sobre todo el heroico pueblo hermano mapuche, han sido fundamentalmente lxs que han mantenido encendida la llama de la Rebelión, haciendo posible que a ella se empiecen a sumar en forma creciente sectores de trabajadores, las mujeres y la exigencia permanente de la verdadera igualdad y justicia de género y también importantes organizaciones estudiantiles, culturales, político sociales, asambleas auto convocadas y otras organizaciones de ciudadanos.
Somos estos últimos sectores que representamos la llama viva de la rebelión de octubre, los que debemos sumar y convocar a la unidad más amplia del pueblo trabajador, para darle direccionalidad a nuestras luchas y que estas se expresen en la DEMANDA DE CHILE, logrando mediante la unidad y la movilización creciente, imponer nuestro programa, que contiene los objetivos esenciales de carácter económico, sociales, políticos, étnicos, de género y culturales que significan romper de una buena vez, con la camisa de fuerza que nos impone el sistema capitalista.
BLOQUE POPULAR CONTRA EL DUOPOLIO EMPRESARIAL
Nosotrxs como organización político social revolucionaria, llamamos en forma urgente, a todas las organizaciones que se identifican con el fin del sistema pinochetista, con un Chile solidario, justo y soberano y con los más altos ideales humanistas, a realizar todos los esfuerzos unitarios, dejando de lado cualquier tentación hegemonista, y de esa manera conformar el gran Bloque Popular Político Social, que sea capaz de dar al traste con este podrido sistema.
La unidad es concreta, es práctica y material, se hace por la base con pequeños grandes acuerdos en torno a las demandas y exigencias del pueblo pobre y trabajador, se hace en forma simple, sin caudillos iluminados, sin grandes peroratas y sin acuerdos cupulares.
Ya es hora de avanzar a la conformación de ese gran Bloque Popular Político y Social. Chile lo necesita pero por sobre todas las cosas, nuestro pueblo se lo merece.
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