Via: Resumen.cl
La Fiscalía les imputa un total de más de 100 cargos. Cinco de los 12 penquistas detenidos son menores de edad.
Durante la madrugada del pasado día lunes, los detectives de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales de Concepción (BIPE) procedieron al violento allanamiento de los hogares en que se encontraban los 12 jóvenes investigados por su participación en manifestaciones. Esto debido a sus presuntas relaciones con daños causados a las dependencias de la Universidad de Concepción entre los meses de febrero y marzo, en contexto de revuelta popular.
Si bien las edades de los involucrados fluctúan entre los 17 y 23 años, cinco de los 12 detenidos son menores de edad. Tras una extensa audiencia, todos se encuentran actualmente en prisión preventiva siendo considerados un peligro público para la sociedad, sin la posibilidad de pago de fianzas.
La evidencia entregada por Fiscalia fue facilitada por las cámaras instaladas en la vía pública y en los interiores de la Universidad de Concepción, resultando un seguimiento de un mes, aproximadamente, a cada uno de los involucrados. A esto se refirió la prefecta Consuelo Peña: “(…) Dentro de los medios de prueba que se manejan y que serán entregados al tribunal está la revisión por más de 250 horas de análisis de imagen”.
Durante el día de ayer, desde la Rectoría de la casa de estudios, se hizo pública una declaración en la que se hace mención del caso y se afirma que mantendrán un “compromiso con el cuidado del patrimonio arquitectónico de la ciudad y su campus universitario”.
Una de las familias de los jóvenes, señalan la indiscriminada criminalización y persecución por parte de quienes investigaron como quienes otorgaron la evidencia. Tal como se señaló en la audiencia, la evidencia partía con su presencia en pleno centro de Concepción identificando sus prendas diarias y continuaba por las dependencias de la universidad cuando se dirigían en masa a ella. Agregando que, hasta los guardias de seguridad de la institución en cuestión tomaban fotografías a “ese grupo de jóvenes” cuando llegaban junto a otros manifestantes al lugar.
Lo que no queda establecido es si efectivamente fueron ellos, pues a parte de la evidente persecusion y posterior entrega de “pruebas” no hay evidencia concluyente, pese a esto de igual forma decidieron dejarlos en prisión, atendiendo una vez mas a los intereses políticos mas que a los hechos jurídicos.
