Un hermano usuario de Ttwitter, hoy planteó una quemante pregunta y lo hizo de esta manera: ¿Ha visto esta escena? “Amiga/o, GRITA TU NOOOOMBRE, GRITA TU NOOOMBRE” “NO estaba haciendo NAAADA. ¡¡¡NO estaba haciendo NAAADA!!!” (esto ocurre mientras 7 filman,4 gritan y el detenido es pateado, gaseado, retorcido y apaleado por turba de 10 pacas/os) NO SERÁ MEJOR RESCATAR!!
Frente a esto debemos decir varias cosas. Es muy cierto que los registros en videos y fotos de las violaciones sistemáticas de los derechos humanos por este gobierno criminal, han sido vitales para poder hacer visible el verdadero carácter del sistema pinochetista sostenido durante esta falsa democracia. Sin ellos, el mundo no habría podido entender la justeza de nuestra lucha, ya que la complicidad de los medios de comunicación oficiales es más que evidente, y hacen todo lo que esté a su alcance por tratar de criminalizar la protesta y banalizar nuestras demandas y nuestra lucha.
Toda esta situación, ha obligado a que todas y todos nos transformemos en comunicadores populares, y ya poco importa quien tenga la exclusiva o el acierto de estar en el lugar y en el momento preciso, porque todas y todos nos volcamos a lo realmente importante que es hacer visible el salvajismo de un régimen podrido que ya no soportamos más, y viralizamos la información sin importar mucho la fuente. En este sentido digamos que por primera vez, estamos en presencia de una comunicación popular realmente realizada en colectivo y en forma democrática.
Todo eso esta muy bien, pero volvamos al punto quemante de la pregunta que formulo este hermano usuario de Twitter. ¿todos debemos ver pasivamente como se ensañan con nuestras hermanas y hermanos y solo registrar ese momento de terror? Creemos que no.
Tal como Primera Línea surge como respuesta a la represión de las manifestaciones masivas y en gran medida, su existencia permite a los demás manifestarse en forma más segura y eso ha permitido salvar muchas vidas, debemos tener la sensibilidad de entender bien la situación que sucede y que posiblemente sucederá con nuestras y nuestros presos.
La o el detenido, no solo enfrenta la paliza salvaje que se produce en el momento de su detención, sino que la serie de otros vejámenes que van como parte de todo el paquete represivo, avalado en gran medida por los partidos de la Concertación y la ex Nueva Mayoría que con sus votos, han permitido promulgar leyes aún más severas que en dictadura por el solo hecho de manifestarse.
Existe la sospecha altamente probable que varios muertos en supuestos incendios, en verdad fueron detenidos y asesinados para luego ser puestos en los lugares que las mismas fuerzas represivas procedieron a quemar para tratar de ocultar sus homicidios. También ya es público las prácticas de las violaciones y otras atrocidades de carácter sexual que descargan las fuerzas represivas sobre los detenidxs, como una forma de sembrar el terror y quebrar el movimiento. Todas estas prácticas no responden sólo a casos aislados desarrollados por psicópatas desquiciados. Son todas medidas que forman parte de un plan de guerra sistemática desarrollada contra el pueblo como medio para derrotarlo.
Ante este cuadro de terror que ejerce el Estado, es un imperativo la organización de la autodefensa cada vez más extendida por parte de las fuerzas populares, como parte de nuestra permanente defensa del derecho a la vida y la integridad psíquica y física de toda la población de Chile hoy amenazada por este gobierno terrorista.
Surge así, la necesidad vital de defender y tratar de rescatar a nuestras hermanas y hermanos de la maquinaria criminal que ejerce el Estado por medio de sus fuerzas represivas. Al rescatar a una o un detenido, debemos pensar que estaremos evitando posiblemente un homicidio, una violación, torturas, y otras prácticas degradantes que desarrollan las fuerzas represivas.
Es muy cierto que corremos el riesgo en ese momento también de ser detenidos. Pero debemos pensar que ese riesgo ya lo asumimos en el momento que decidimos llevar adelante esta Rebelión en defensa de la vida y nuestros derechos.
El riesgo de todas y todos de ser detenidos, disminuye en la medida que nuestras protestas sean aún más masivas; con mayor y mejor organización, donde las tareas de registro audiovisual y de defensa, estén mucho mas claras y establecidas y que efectivamente asumamos una actitud mucho más ofensiva.
La represión es fuerte, cuenta con muchos medios técnicos, comunicaciones y equipo especialmente diseñado para dañar y matar, pero nosotras y nosotros somos millones, tenemos la razón y también tenemos el ingenio popular y la fuerza necesaria. Ya está demostrado que los podemos enfrentar con éxito.
Prioridad en la defensa y rescate de las y los detenidos deben ser las personas adultos mayores, menores de edad y nuestras hermanas mujeres: no podemos quedar solo mirando el salvajismo. Reaccionar frente a los actos represivos nos hace más humanos, más hermanos, más solidarixs.
Las y los chilenos venimos de una historia de resistencia y heroísmo, nunca nos hemos rendido ante la adversidad y jamás hemos rehuido el combate aun cuando hemos estado en desventaja y esté en peligro la propia vida. Así somos las chilenas y chilenos y es hora que ese espíritu indómito, también se exprese en el rescate de nuestras y nuestros detenidos.
Primera Línea Revolucionaria se compromete desde ya en esta tarea.
A levantar la autodefensa de todas y todos
A organizar la defensa y rescate de nuestrxs detenidxs
A derrotar la tiranía de los empresarios
Hacia el Paro Nacional Indefinido
Fuera Piñera y todos sus cómplices
