El presidente de Brasil, el fascista Jair Bolsonaro, ha declarado que la cuarentena no debe ser acatada.
En este momento, Brasil es el país que registra más contaminados en Latinoamérica (casi 25 mil) y casi 1500, personas muertas en números oficiales de Coronavirus. Debido a la falta de pruebas en masa, los números podrían ser muchas veces mayores.
Algunos estados y alcaldías declararon cuarentena, aunque ha funcionado de manera parcial. La mayoría de las 182 empresas federales y de las 250 empresas estadales que están en la lista de las privatizaciones están trabajando.
Más de 21 mil empleados de Petrobras, la empresa de petróleo, tuvieron sus salarios reducidos. Fue aprobada una ley (Medida Provisoria 936) que permite suspender los contratos de trabajo y reducir los salarios en hasta el 70%. Después el Banco Central de Brasil haberles repasado a los grandes bancos 1,2 billones de reales (o US$ 220 mil millones, casi un presupuesto anual del Gobierno Federal), está tramitando en el Congreso la PEC (Propuesta de Enmienda Constitucional) 10-2010 que le permitirá al Banco Central inclusive comprar títulos públicos y privados en el exterior, lo que equivale a usar las llamadas “reservas soberanas”, que suman US$ 346 mil millones, para esa finalidad.
La presión del imperialismo norte-americano sobre la América Latina es enorme y creciente. Se trata de una lucha de vida o muerte. El gran capital, las 30 mil enormes empresas que son controladas por las 150 grandes familias que dominan el mundo, precisan salvarse de la crisis repasándole la crisis a las masas trabajadoras. Por esa razón, aumenta el aprieto de los regímenes al mejor estilo de la Dictadura de Pinochet, con la colaboración de todos los políticos del sistema.
Se hace necesario reaccionar rápidamente, por la propia sobrevivencia de las y los trabajadores.
Al capitalismo y la burguesía no le importa nuestra vida y solo se preocupan de su ganancia. Por esta razón es que los partidarios de Bolsonaro, se burlan en masa de la muerte de los obreros y celebran las palabras de su líder llamando a no respetar la cuarentena.