De cara a la discusión por el proyecto de ley que hoy se definirá en el Parlamento, a cerca del retiro del 10% en los fondos AFP por parte de lxs trabajadores, hemos tenido unos días llenos de tensión, expectativas, anuncios y el intento de falsas ayudas.
Desde la primera discusión en la cámara de diputados, donde inicialmente este proyecto fue aprobado, la tensión dentro del gobierno y el debate se han enardecido, entre quienes aprueban el retiro del 10% de los fondos previsionales y quienes como Piñera, insisten ferozmente en mantener esta plata en manos del empresariado.
Las declaraciones desesperadas por parte de la derecha y el sector empresarial han llenado columnas de nuestra prensa durante esta semana. Las amenazas de Briones y Blumel en contra del plebiscito y sus pactos secretos con la “Oposicion”, la carta de los empresarios pidiendo corregir el supuesto error histórico de querer retirar nuestro dinero, Piñera declarando un nuevo aumento de “ayuda” a la clase media y la jocosa declaración de la diputada Pamela Jiles hacia Morerira en su intensa campaña para lograr los votos necesarios para la aprobación del proyecto, formaron parte de este escenario político que se ha visto esta semana.
Finalmente después de un postergado anuncio por parte del presidente del régimen Sebastian Piñera, se dio a conocer el supuesto reforzamiento de las ayudas, esta vez dirigido a la clase media, que incluía en lo sustancial un bono de 500 mil pesos directo a “lxs trabajadores de clase media” todos aquellos que ganen más de 500 mil pesos, ósea un aproximado del 28% de lxs chilenxs, además de una serie de postergaciones de deuda, tanto a nivel de la vivienda como educacional y un préstamo con 0 intereses.
Todas estas medidas aseguran un traspaso de fondos directos del Estado a la banca privada, que será quien finalmente administre los recursos que implican estos supuestos beneficios.
Todo este desembolso será de cargo al Estado, ósea el dinero de todxs lxs chilenxs se usará para no tocar los grandes recursos que usa la gran burguesía para hacer inversiones que les genere ganancias gigantescas con los fondos previsionales de lxs trabajadores.
Inmediatamente de realizados los anuncios, estos generaron una reacción de indignación generalizada, sobre todo, al comprobar que más del 70% de los trabajadores eran, directamente excluidos de las medidas paliativas.
La ciudadanía entendió claramente, que todo este plan no tenía otro fin, que tratar de frenar el retiro del 10% de los ahorros previsionales para seguir beneficiando a los grandes grupos económicos que manejan las AFP, también la gente entendió que el ejecutivo mentía una vez más, cuando hace solo dos semanas atrás decía que “no habían recursos para ampliar el gasto social”
Los cacerolazos en las zonas del centro de Santiago, se generaron de forma espontánea a tempranas horas de la tarde presagiando lo que sería una agitada noche.
Durante la tarde en respuesta al reciente anuncio del ejecutivo y a las distintas medidas disuasivas que se habían venido intentando imponer en la opinión pública, se había planeado un cacerolazo que demostrara que el pueblo chileno no va a aceptar nada menos que el derecho a retirar parte de sus fondos previsionales, aunque en horas de la tarde se había manifestado de forma espontánea en algunos sitios, para la hora acordada el cacerolazo se convirtió en un acto masivo, que estuvo acompañado de barricadas, vecinxs en la calle y múltiples manifestaciones de desacuerdo frente a la posibilidad de que el proyecto fuera rechazado.
Este cacerolazo pronto se convirtió en un evento nacional solo equiparable a los sucedidos durante los inicios de la rebelión de octubre, y que demuestra claramente lo que se viene de parte del pueblo de llegarse a rechazar esta medida.
En el día de hoy, toda la ciudadanía estará pendiente de la votación de un congreso nacional ampliamente repudiado (salvo honrosas excepciones) y que debate entre el aprobar la medida del retiro del 10% de cara a los futuros escenarios electorales y con esto salvar la apariencia de que están del lado de la gente, mientras que por otra parte buscan la forma de salvar los intereses de los grupos económicos que se han adueñado del país.
De no aprobarse la medida, con seguridad será el preludio del inicio de un segundo estallido social que promete mayores niveles de represión, pero también mayor capacidad de respuesta del pueblo que ya está organizado en muchos sectores.
Nada esperamos de los políticos pero su oportunismo, puede ser que los incline a votar a favor del retiro de una parte de los fondos previsionales, pero no debemos olvidar que la gran batalla, es por el fin de todo el sistema de AFP y contra todo el sistema que nos oprime, explota y asesina desde hace más de 47 años.
#TodoChileProtesta
— Prensa OPAL Chile (@prensaopal) July 15, 2020
En Quilicura #CacerolazoPorMi10 pic.twitter.com/urCcy50wCG
Por todo Chile han sonado las cacerolas fuerte y claro Las barricadas en Santiago Peñalolen Recoleta y otras comunas. pic.twitter.com/rAFYJLHPVk
— Radio Liberación: Primera Línea (@RadioTVLiberaci) July 15, 2020
Pucha hasta las monjas en el Barrio República se suman
— Primera Línea Revolucionaria América Latina (@PLRALatina) July 15, 2020
La iglesia católica con un mini infarto#EstallidoSocial2 #cacerolazonacional pic.twitter.com/FGBJ1FpQqS