Francisco Hernández Riquelme es un deportista y era profesor en una escuela de fútbol, uno de los sostenedores de su hogar y un chileno que como millones de nosotrxs sintió la obligación de salir a luchar por un Chile digno.
En el marco de las manifestaciones de la rebelión popular, con fecha del 10 de diciembre del 2019, Francisco fue secuestrado en Santa Lucía por policías de civil (del OS9) en un auto blanco, Esto mientras volvía de manifestarse en la Plaza dignidad, después de su secuestro Francisco fue torturado en la 33º comisaría de Nuñoa, donde lo golpearon y torturaron hasta fracturarle 4 dedos y la nariz. Fue bajo tortura, mientras pisaban su mano fracturada donde, le hicieron firmar un documento declarando haber hecho algo que no hizo: arrojas 5 bombas molotov a carros de carabineros, después de haber firmado la confesión.
Francisco fue puesto en prisión preventiva sin haber tenido el derecho de hacer constatación de lesiones llevadas a cabo por Carabineros.
Fue así como Francisco fue inculpado por preparación, porte y lanzamiento de 5 molotovs, lo que se encuentra tipificado en la ley de control de armas y se puede enfrentar a una pena de 20 años, que es lo que están pidiendo desde fiscalía, pena que supera por el doble de tiempo, a las penas que pueden enfrentar los Carabineros mutiladores que han dejado ciegos a Fabiola Campillai y Gustavo Gatica.
EN CHILE LA PERSECUSIÓN POLÍTICA ES REAL
Durante el juicio, las pruebas presentadas por fiscalía fueron vídeos grabados por un funcionario del OS9 en el que aparece efectivamente un joven lanzando molotovs, solo que en ninguna de las imágenes es posible reconocer a Francisco: no se ve la cara, además de esto, la ropa no es concordante con la que se encontraba Francisco al momento de su detención ni con la que llevaba en sus pertenecías, cuando aparecen sus manos desnudas en el registro no aparecen sus tatuajes (tiene tatuadas ambas manos), los guantes que aparecen en el vídeo no son los mismos que se aportaron como prueba y la prueba más concluyente es que el peritaje sobre líquidos inflamables salió negativo: no había rastros de productos inflamables sobre él.
Pese a todas las pruebas que deberían valer para desestimar la causa contra Francisco, la prisión preventiva en la que ya lleva 9 meses, es justificada por el testimonio jurado del agente policial infiltrado, quien asegura que Francisco es la persona responsable de los supuestos delitos, este agente se denomina “ministro de fe”, o sea que quien recolecta la evidencia, de modo encubierto, es también quien da fe de que esto sea verídico; no hay terceros, ni otras pruebas, ni testigos que puedan avalar ese testimonio.
Con el amplio prontuario de Carabineros en montajes y persecuciones políticas, no es casual que Francisco ahora sea una de las nuevas víctimas, al ser un Primera Línea, las instrucciones desde el ministerio son claras respecto a nosotrxs, deben sacarnos de las calles a como dé lugar, mediante montajes, mutilaciones y muerte de ser necesario
Francisco anteriormente se arriesgaba una pena de 24 años, pero al no poder probarse la fabricación de bombas molotov, la pena que arriesga ahora es 20 años tras haber sido encontrado culpable de 2 de los 3 delitos imputados, aun sin pruebas de ninguno de ellos, ni poseer agravantes como tener antecedentes penales previos, pues siempre fue in ciudadano modelo.
ANTE LA REPRESIÓN, LOS MONTAJES Y LA PERSECUSIÓN LA LUCHA ES NUESTRA MEJOR OPCIÓN
Cada día vemos más como se pretende cerrar el cerco legal sobre el pueblo que sale a reivindicar sus demandas, buscan culpables y “lideres”, disparan a ciegas, crean leyes más y más represivas, le dan rienda suelta a la psicopatía de sus agentes y todo con el fin de generar miedo y desarticular el movimiento social que los tenia contra las cuerdas en octubre.
Este miedo por parte de la casta política, compuesta por oficialismo y oposición, que vienen a ser lo mismo, hace que la persecución se vuelva descarada y que ni siquiera intenten ocultar sus intenciones.
Ante esta situación y como pueblo consciente y en rebeldía no debemos quedarnos de brazos cruzados, nunca más en Chile deben haber perseguidos políticos, no deben existir lxs presxs por luchar por un Chile más digno, no deben haber más desaparecidos, ni falsos suicidados, ni opresión, explotación y represión.
Y para ello es necesario seguir luchando, por un verdadero proceso constituyente representativo y desde las bases, para que valga la pena vivir de nuevo en Chile, para que se vayan todos y salgan nuestrxs hermanos de la cárcel. Todo estos e conseguirá desde la calle, porque allí lo iniciamos y desde allí la presión la siente la casta política y los poderosos, quienes tiemblan ante el poder del pueblo.
Desde el 4 al 11 de septiembre, honraremos a los caídos y volveremos a las calles nuevamente, porque aún tenemos mucho que lograr y hay cosas que con el plebiscito no se van a solucionar y que son de carácter urgente, entre ellas la libertad de nuestrxs presos como Francisco y la preservación de la vida de nuestros hermanos mapuche, a quienes se les ha negado el derecho a la vida y a la libertad.
Somxs millones y vamos por todo
