MALTRATO A PERSONAS EN SITUACIÓN DE CALLE ¿HASTA DONDE LLEGA EL DESCRITERIO DEL GOBIERNO?

MALTRATO A PERSONAS EN SITUACIÓN DE CALLE ¿HASTA DONDE LLEGA EL DESCRITERIO DEL GOBIERNO?

PRIMERA LÍNEA REVOLUCIONARIA

A raíz de la crisis sanitaria que estamos viviendo actualmente, con el colapso del sistema de salud, las medidas tardías e ineficientes de un gobierno que ha tratado, por todos los medios de priorizar, la producción comercial sobre la vida de los chilenos y chilenas, hemos evidenciado que el trato que se le esta dando a la pandemia obedece mas a un protocolo de guerra que a uno sanitario.

En los últimos días hemos evidenciado el actuar nefasto de los entes de la represión a distinta sectores de la población, tanto mapuche como chilena, los violentos controles de identidad, la invasión a las poblaciones mapuches, las detenciones arbitrarias, el aumento de los portonazos y la mala gestión en de las supuestas fuerzas del orden, los milicos en la calle haciendo nada, y ahora les llega el turno a las personas en situación de calle.

Ya hemos visto en varias ocasiones como desalojan a las personas que improvisan campamentos en distintos sitios públicos, en respuesta al desborde de los albergues, ya que no es suficiente el total abandono en el que el Estado ha dejado a las personas en situación de calle, ahora es normal ver como decomisan las pocas pertenencias que tienen y se las botan o las destruyen, muchos de ellos quedando heridos en el proceso, por resistirse a perder lo poco que tiene y que les ayuda a paliar una de por si indigna situación.

El desalojo, se realiza con respaldo de los diversos municipios ha comenzado a resurgir en el actual contexto de coronavirus y crisis sanitaria. Esta cruel y despiadada acción llevada adelante por las municipalidades, el PDI y por supuesto, los Carabineros. 

Esto paso en el Sector Portugal y Plaza Pedregal, botan sus cosas a la basura, sin respeto por las personas postradas y los niños presentes entre los reprimidos.

Muchas de estas personas no comprenden la crisis sanitaria actual, ningún ente representante del gobierno se ha hecho cargo de explicarles las medidas de seguridad, de ayudarles a mantener su salud, muchos de ellos no conocen el alcance del virus y están aterrorizados, sin contar con que ni siquiera tienen elementos de protección y las fuentes de sustento que son habitualmente los peatones en las calles, ahora brillan por su ausencia.

Recordemos que el 15 de abril cuando Piñera anunció el plan de invierno, anuncio con ello, la apertura de 80 nuevos albergues, con más de mil camas, donde podrían supuestamente resguardarse también durante el día, esto como parte de un plan de protección a las personas en situación de calle, prometiendoles una ruta medica donde se les entregaría medicinas y atención, al día de hoy no hay ningún apoyo a estas personas, todo lo contrario solo vemos represión y desamparo.

Algunas de las personas en esta situación, ya están contagiadas de Covid-19 y lo que obtienen como respuesta de parte de los hospitales es el total desahucio con la excusa de que están desbordados, si bien esto puede ser cierto, la normalización de deshumanizar a una persona en situación de calle sigue siendo una acción imperdonable, como seres humanos tienen derecho a la salud, nosotros como personas con consciencia social tampoco podemos hacer la vista gorda ante esta situación.

Persona desahuciada por hospitales,

Ellos forman parte de nuestra sociedad, no conocemos su historia ni porque llegaron a su actual condición, es deber del Estado garantizar la inserción de estas personas a la sociedad productiva, es deber del Estado brindarle oportunidad de una vida digna, que les permita salir de esta situación, porque hay algo que es seguro y es que a nadie le gusta dormir en la calle y menos de cara al invierno.

Pero sabemos que eso no va a pasar, así que teniendo en cuenta eso, uno de los grupos de Primera Línea se ha organizado para dar un trato más digno a estas personas, para que tengan algo mas de posibilidad de salir indemnes de esta pandemia, es importante incluir a estas personas en nuestro plan país, muchos de ellos nos han ayudado frente a la represión en las protestas, algunos han salido heridos inclusive.

Sabemos que como pueblo trabajador estamos pasando una crisis económica/sanitaria monumental sin embargo si en algo podemos ayudar, no nos quedemos de brazos cruzados, una marraqueta pelada a veces puede salvar vidas, una frazada, una mascarilla hecha en casa.

Sabemos que no todo el mundo tiene la posibilidad, pero si tú estás viendo esto, y puedes colaborar hazlo, unidos somos más, unidos saldremos de esto.  

No podemos seguir culpabilizando a los individuos por su situación, legitimando el sistema que los oprime tanto a ellos como a nosotros.

Permítanme realizar un retroceso histórico para poder demostrarles que no es culpa del individuo, sino de todo un sistema que oprime y marginaliza, además de vulnerar tanto a las personas como a sus derechos.

Las personas en situación de calle son producto del sistema defectuoso, la historia lo demuestra:

Podemos rastrear esta configuración hasta el origen de la “Cuestión Social” y por ende del pauperismo, donde al nacer la era industrial se expropiaron todas las propiedades comunales, generando así el comienzo de la acumulación capitalista, esto de la mano de la explotación, lo cual generó riquezas sin precedentes.

De esta forma, estas personas que se vieron con sus tierras comunales expropiadas, se vieron obligadas a dirigirse a las ciudades, en busca de un lugar en el nuevo orden económico (sistema productivo). 

La población que, en este momento, comienza a ser asalariada no logra acceder al mínimo de sobrevivencia y quebradas las antiguas relaciones de “protección”, comenzaron así a significar una amenaza para el nuevo régimen y orden económico y político Burgués que se encontraba en pleno desarrollo (Marx). 

Lo que se realizó fue culpabilizar al individuo, para así no perder la legitimidad de su nuevo sistema y poder, declarando que eran estos quienes no se “adaptaban” a la nueva realidad. 

De esta forma, históricamente el acceso a la vivienda se ha cercado para amplios sectores de la población, no es verdad que estamos en igualdad de acción, la meritocracia es una falacia, no podemos acceder a todo aquello que deseamos si “le echamos ganas”. 

Existen mecanismos de segregación, como lo son: el tipo de inserción en el mercado de trabajo, la educación y también la vivienda, que nos permitirán ocupan un lugar en nuestra sociedad.

Así, más recientemente los procesos de segregación y segmentación que se observan desde los 80s, como los trabajadores con bajo nivel educativo, quedaron desligados del mercado de empleo con el Nuevo Modelo Económico y también de su lugar en el mapa socio-habitacional de la ciudad, de la mano de políticas estatales que mercantilizaron y dualizaron el acceso al bienestar. 

Hoy existen personas en situación de calle, porque el sistema así lo quiso y lo permite, lo peor es que, las políticas que suponen brindarle una “ayuda” a esta población son asistencialistas.

Quitarle los medios de subsistencia a estar personas para obligarlas a vagar por ahí es completamente inhumano, el gobierno, los municipios y las personas saben que no existe lugar en los albergues y que en los mimos las personas no se encuentren a gusto, obligarlas contra su voluntad es nada más ni nada menos que una vulneración a sus derechos, es un trato injusto. 

No existe otro lugar al que puedan ir, NO HAY LUGAR EN LOS ALBERGUES, pero pretenden que allí vayan. 

Por un Chile digno, donde se visibilicen a todos los individuos y sus situaciones singulares, por un país donde todos nos sintamos parte y orgullosos del mismo.

“Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copia a sus amigos; nueve de cada diez la estarán esperando. Millones quieren ser informados. El Terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad”. (Rodolfo Walsh)

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