Que se mueran de hambre ellos: aumento de la cesantia

Que se mueran de hambre ellos: aumento de la cesantia

PRIMERA LÍNEA REVOLUCIONARIA

Todos los medios de comunicación convencionales, están inculpando el estallido social y el Covid-19 por la crisis económica y los despidos, siendo que estos son solamente la manifestación de una economía que ya no funciona.

El desgobierno es el culpable de no generar trabajo y dar estabilidad a las  empresas sobre sus ciudadanos. Se ha registrado una caída de 60,9% del trabajo en el pasado mes de Abril en relación a Abril del año pasado  (esto representa una caída histórica ya que no hay datos comparables a este desde 2015). 

El desgobierno chileno ha demostrado innúmeras veces que su posición es del lado de la burguesía, esto a través de diversas leyes y medidas que han decidido aplicarle  a la población chilena, las cuales impiden el desarrollo de una vida digna, del disfrute de nuestros derechos y nuestra libertad. 

Así, hoy desarrollaremos el tema de la Cesantía en Chile. 

Una de las leyes fundamentales para comprender lo que hoy sucede en nuestro país es “La ley de protección al empleo”, la ley 21.227, está, que más bien debería llamarse de protección al empleador, no ha hecho más que dejar en la miseria a muchas familias en Chile. 

La misma cuenta con  tres grandes partes: 

  1. Permite la suspensión laboral
  2. .Permisión de reducir a través de “un pacto” la jornada laboral. 
  3. Suspensión automática del contrato por cuarentena

A través de esta ley se asegura que el trabajador reciba su remuneración por medio del seguro de cesantía, que contempla únicamente el 70 % de su sueldo total.

Para reducir la jornada laboral debe existir un acuerdo entre ambas partes, al reducir la jornada  te reducen el sueldo y en este caso para paliar esa reducción salarial el seguro de cesantía paga hasta un 25% para compensar la disminución del salario.

Por último, este “pacto” puede ser individual o colectivo para suspender el contrato, según lo establecido por la ley, el trabajador debe estar de acuerdo y firmar con la empresa contratante que se acogerá al seguro de cesantía. Lo que realmente sucede y  esta ley no contempla, es que:

El trabajador y el empleador no están en igualdad de condiciones 

La realidad es que, el trabajador que vive de vender su fuerza de trabajo, se ve sometido a las reglas del juego capitalista, en donde el empleador siempre tiene todos los medios para ejercer influencia sobre su empleado, siendo este último parte de un gran ejército de reserva. 

Esto no es muy difícil de comprender, el trabajador que necesita del ingreso no se impondrá a su empleador y firmará tal acuerdo, ya que por  miedo de perderlo todo, se somete a las exigencias y beneficios de este. Desde la visión del empresario, cualquier trabajador puede ser sustituido y esto es parte del juego sucio al cual estamos inscriptos. 

Esta ley, suponía estar dirigida a las pequeñas empresas (Pymes), pero como siempre, los grandes empresarios manipulan y utilizan todo a su conveniencia. 

En el caso de las tiendas pertenecientes a Cencosud, que se resguardaron ante esta ley, suspendieron contrato laboral con sus trabajadores, y en el caso de tiendas como Ripley inclusive llegaron a amedrentarlos y ejercer presión para realizar el pacto de suspensión del contrato. 

Así, hoy nos encontramos con una gran cantidad de personas que se encuentran en situación de desempleo y subsistiendo mediante el seguro de cesantía, que es básicamente el aporte individual que realiza cada trabajador inscrito en la Administradora de Fondos de Cesantía (AFC), los cuales todos los meses cotizan una parte del sueldo como una forma de ahorro en caso de quedarse sin empleo. 

Así, nos encontramos con que los trabajadores se ven obligados a utilizar sus propios ahorros para paliar la crisis, es el trabajador el que termina pagando los costos de la emergencia sanitaria, pero aún así, ni siquiera puede percibir el 100 % del equivalente a su sueldo. 

Algo sumamente importante de resaltar es que la Ministra del Trabajo en marzo (momento que surge la ley), defendió que las multinacionales se acogieran a la imprudente ley, algo que cobra sentido si tenemos en cuenta que María José Zaldívar (Ministra de Trabajo) tiene acciones en  Cencosud. 

Si es que, no pueden ser más obvios, esta multinacional recientemente repartió las utilidades correspondientes a los dividendos del 2019 a sus accionistas, que suman un total de $93.820.709.290, valor que corresponde al 80,2% .

Esto despertó las críticas y bajo las mismas, se retrataron y emitieron un anuncio el 07/05/2020, diciendo que no se van adherir a la ley. Donde notificaron lo siguiente: (imágen)

Al verse ante la “espada y la pared” decidieron retractarse, jamás se debe suponer que una empresa de este porte tomaría esta decisión por “pura bondad”, cedieron ante las críticas de la población, esto debe quedar claro, no fue por sus trabajadores, fue por su reputación.

Esta empresa fue una de las pocas o la única que se retrató, las otras gigantes internacionales que no fueron “víctimas” de tal polémica, se beneficiaron de la ley y siguen dejando a sus trabajadores con “migajas” de su trabajo.

Podemos observar como la única medida tomada para proteger el empleo por parte del desgobierno, culminó en agravarlo. Esto no fue un resultado inesperado, siempre se buscó proteger los lucros de los empresarios, sobre la vida de los Chilenos.

Crisis del desempleo en Chile

En el año de 2020, se registra que entre diciembre a marzo ocurrieron cerca de 299 mil despidos y sólo en abril ocurrieron 80 mil. Según la Encuesta Nacional de Empleo del Instituto Nacional de Estadísticas, más de 800 mil trabajadores están en la categoría de desocupados. 

El gobierno, no ha hecho nada por impedir la precarización de la vida en Chile, ya que el desempleo ha llegado a su nivel más alto en los últimos de 10 años, registrándose un aumento sustancial del empleo informal.

Como podemos observar en el siguiente gráfico, la tasa de desocupación ha aumentado drásticamente, a su vez al desglosar por género, podemos observar que la tasa de desocupación de mujeres es mucho mayor que la de hombres, hasta mayor que  la tasa de desocupación total del país. 

Así una vez más, nos vemos obligados a defender nuestra postura de que son las mujeres las que se ven mayormente afectadas frente a las medidas, la volatilidad de su tasa lo demuestra fuertemente, la pobreza existe, y se está profundizando.

Invisibilizar esta realidad conlleva a la marginalización y la precarización de la sociedad Chilena, las personas se mueren de hambre, no tienen ninguna ayuda digna del Estado que realmente constituya un aporte a sobrellevar esta situación de actual de crisis y aumento de desempleo. 

Otras de las audaces medidas de Piñera ha sido violentar a las hortaliceras mapuches, impidiendoles desarrollar su labor, que es el único medio de subsistencia de estas mujeres y probablemente el de sus familias, así una vez más se castiga al que trabaja arrastrándolo a la informalidad y la miseria.

El país se está viendo azotado por una gran inflación, y la falta de respuesta del desgobierno frente a esto únicamente logrará con que los trabajadores no consigan sobrevivir. De este modo, las personas fueron obligadas a optar por el mercado informal, hasta los mismo jubilados que son la población más vulnerable frente a la pandemia, debido a lo irracional del monto de  sus jubilaciones, el cual no rinde para llegar a fin de mes, y sobrevivir. 

Nos obligan a quedarnos en casa, pero no nos dan las herramientas necesarias para sobrellevar el encierro, es fundamental una política de subsidios que permita que las personas no tengan que poner en peligros sus vidas para lograr satisfacer la necesidad de subsistencia. 

El Estado debe hacer frente a la actual situación e implementar medidas. 

Como sabemos que esto no sucedera, nos vemos arrastrados a la cruel realidad, donde solo el pueblo ayuda al pueblo, así, es fundamental la solidaridad y crear espacios de participación ciudadana donde se planteen estas demandas y problemáticas sociales que hoy están muy presentes y dificultan el desarrollo de una vida digna.

Lo que debe quedarse más que claro para todo el pueblo chileno, es que la crisis quién la provocó fueron los grandes empresarios y capitalistas, que para salvar su pellejo impone a todas las personas de todo el mundo leyes que causan hambre y miseria. 

La población jamás deberá sufrir las consecuencias del desastre de un sistema que grita “por su jubilación”. Así, reivindicamos la unión de todos los trabajadores, de todo el pueblo que sufre perante un problema que fácilmente puede ser resuelto si se cambia dicho sistema. 

Hagamos responsable por toda la violencia, la guerra y la desigualdad a aquellos que realmente lo son, y que ellos que paguen sus deudas  con la sociedad.

¡Por esto les decimos a los fascistas y burgueses, mueranse ustedes de hambre!

¡Por la unión de los pueblos, por la revolución obrera y por la dignidad que nos pertenece!

“Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copia a sus amigos; nueve de cada diez la estarán esperando. Millones quieren ser informados. El Terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad”. (Rodolfo Walsh)

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