Con la actual pandemia que estamos viviendo y los constantes ataques de los capitalistas para continuar sobrellevando la crisis a costa de la vida de los sectores populares, lxs trabajadorxs están al frente de la batalla contra el Covid-19, debiéndose hacerse cargo solos, pues las empresas se lavan las manos en cuanto a el cuidado de sus trabajadores frente a la pandemia.
Una gran parte de los contagios en Chile y el Mundo, parten de los trabajadores esenciales, del rubro ventas, repartidores y cobranzas, los cuales se han contagiado trabajando, ya que las empresas, visando unicamente los lucros, dejan a los trabajadores el costo de materiales para el cuidado personal contra el covid-19, como puede ser el alcohol en gel, mascarillas etc, además del costo en atención médica y los PCR.
Los trabajadores no solo se enfrentan al empresariado, si no también a la precariedad y abandono del sistema de salud público, que hoy llevado al límite por la actual pandemia ha culminado por colapsar, dejando así a muchos sin cobertura, derivado de acciones como las tomadas por las mutuales, que le niegan la atención a los trabajadores argumentando que el contagio podría haberse efectuado en cualquier lugar y no efectivamente en las horas laborales.
Un ejemplo de esto es la historia de un trabajador de Talcahuano de 39 años, el cual pasó por la UCI y la UTI del Hospital Las Higueras de Talcahuano, acumulando una deuda de $900.000 pesos, recibida junto con una carta de despido por parte de la empresa en la que trabajaba cuando se contagió.
Si no te mata el virus, te mata el hambre o las deudas, esa es la vida que le ofrece Chile y su modelo neoliberal a los trabajadores.
Otro ejemplo significativo de la pesadilla que tienen que vivir los trabajadores, llega de la mano de famosas APPs, dentro de estas la mayoría de sus trabajadores no tiene contrato, cobertura médica, acceso a guantes, alcohol en gel, etc. Estas personas corren un gran riesgo, se encuentran completamente abandonados por parte de los empresarios y del Estado.
La verdad que nos pesa, es que aunque los trabajadores saben todos los riesgos, los mismos tiene seguir concurriendo a su jornada laboral, pues no tienen elección, ya que, el discurso de miedo es recurrente por parte de los jefes. La opresión que esta pandemia a generado sobre los trabajadores solamente agrava el malestar que de por sí genera el capitalismo.
Nos oprimen continuamente, nos explotan y nos colocan al filo de la muerte.
Como si no fuera suficiente colocar en peligro la vida de los trabajadores, y “amenazarlos” con la idea de perder sus puestos de trabajo, muchas empresas de alimentos colocan metas inalcanzables, las cuales, hacen del trabajo algo agobiante, pues de no llegar a las mismas los trabajadores perciben ingresos miserables, o peor, pueden perder su trabajo.
Así queda más que claro que los trabajadores pagamos con las malas acciones y la falta de respuesta de las empresas y el Estado que permite esta precarización de la vida. Nosotros debemos pagar por una enfermedad que posiblemente obtuvimos por trabajar para ganar un sueldo, que ni siquiera es representativo de la jornada que realizamos.
Por ende, me roban y me matan ¿hasta cuando seguirá siendo así?
Es a partir de esta explotación y mal estar que cientos de trabajadoras y trabajadores se organizan y salen a reivindicar por sus derechos, aquellos conquistados y por los que aún faltan por conquistar, esto en Chile, Brasil, Costa rica, Venezuela, etc.
Una de los ejemplos de las diversas protestas que se están planeando en este momento, son la paralización de los aplicativos de manera internacional, esto por parte de los entregadores de APP. Esta iniciativa de movilización surgió desde los trabajadores del sector en Brasil, ellos proponen generar una paralización y movilización el 1er de Julio, la cual se desarrollará ese mismo día en Brasil, Chile, Venezuela, Costa Rica, Argentina, Colombia, Guatemala y Ecuador.
Es hora de movilizarnos a la par de los trabajadores, apoyándolos a partir de un cambio real en el sistema que genera estas desigualdades, debemos decir basta, nuestros cuerpos no estarán más al servicio del lucro.
JORNADA DE PROTESTA
A raíz de todo lo anterior, más todos los ataques a las y los trabajadores y a la vida del pueblo, varios colectivos antifascistas están convocando a una jornada de protesta para los días 2 y 3 de julio en todo el país. ¡Por el Pan, Por la vida, La justicia y La libertad!.